Chivite pende del “amigo” Santos

Si el encarcelamiento de Santos Cerdán ha sacudido los cimientos del PSOE, en el caso del socialismo navarro se puede decir que el seísmo ha alcanzado dimensiones extraordinarias. El ex secretario de organización socialista jugó un papel clave en la política navarra y mantenía una intensa relación política y personal con su tierra. Era una figura querida e indiscutible en el PSN: el representante del socialismo navarro en Madrid. La rueda de prensa de la presidenta foral, María Chivite, rompiendo a llorar horas después de conocerse el caso, no puedo ser más elocuente de la magnitud de este terremoto político. Aunque dos meses después, la política foral continúa a la expectativa.
La presidenta navarra mantenía una estrecha relación con su “amigo” Santos, como le denominó en aquella comparecencia. Ambos jugaron un papel muy relevante de cara a relanzar el PSOE navarro, en caída libre después de años de alineamiento con UPN y muy lastrado durante los tiempos de la irrupción de Podemos.
Comparten, además, la misma tradición socialista: la de la Ribera de Navarra. La geografía del socialismo en la comunidad foral juega un papel importante. En el tercio norte, donde EH Bildu es la fuerza hegemónica, solo tiene implantación en algunos municipios y no cuenta con ninguna alcaldía. En la Comarca de Pamplona y algo más hacia el sur, los socialistas se sitúan por detrás de UPN y EH Bildu en la mayoría de municipios, aunque mantienen algunos núcleos fuertes y exhibieron músculo electoral en las últimas generales. Mientras, el tercio sur de la comunidad, la Ribera, se mantiene como su gran feudo, tal y como evidencia el mapa electoral de las últimas elecciones a las Cortes.
Tras el shock inicial, cunde la sensación de que a día de hoy el PSN podría aguantar el tipo a nivel electoralCuando Chivite accedió al liderazgo del PSN, en el 2014, con Cerdán como secretario de organización de esta federación, los socialistas vivían sus horas más bajas. La formación vasquista Geroa Bai, liderada por Uxue Barkos, capitalizó los pecados del PSN y en el 2015 logró desbancar a la derecha navarra sin contar con los socialistas, que perdieron su papel de árbitro de la política foral. Chivite tomó nota y, ya desde Madrid, Cerdán fue clave para zanjar los años de acercamiento a UPN que tanto les habían lastrado.
Chivite fue investida por primera vez en agosto del 2019 y revalidó el cargo cuatro años después, dentro de un gobierno de coalición conformado por consejeros de Geroa Bai y Contigo/Zurekin, marca a la izquierda del PSOE. Con EH Bildu facilitando la gobernabilidad y las sucesivas aprobaciones presupuestarias, Chivite venía gobernando sin excesivas complicaciones y con niveles elevados de popularidad una de las comunidades más complejas desde el punto de vista identitario, muy centrada en cuestiones de cariz social. Hasta que estalló lo que se ha conocido como el caso Cerdán .
“ La contundencia de las informaciones que se publicaron hizo que se llegase a poner en cuestión la continuidad del Gobierno. En este momento, no obstante, los principales actores políticos se encuentran a la expectativa. Si esto fuera un drama, diríamos que hemos asistido al primer acto y al planteamiento del segundo. Aún se debe desarrollar toda la narración”, explica Ricardo Feliú, doctor en Sociología y profesor de la Universidad Pública de Navarra.
La comisión de investigación marca el rumbo de la política foral, que se adentra en un escenario inciertoDe momento, esta ramificación del caso Koldo se ha llevado por delante al número dos de Chivite en el PSN, Ramón Alzórriz, tras “perder la confianza” de la presidente al haberle ocultado que su pareja trabajó en una de las empresas vinculadas al caso, y sobre todo ha puesto bajo la sombra de la sospecha la gestión del Gobierno de Chivite, que ha sido rotunda al establecer un cortafuegos.
“No sabemos si estamos ante un caso que afecta a particulares que se han querido aprovechar de la política, si estamos antes un caso de financiación irregular, aunque todo apunta a que no, o si estás redes podrían llegar hasta el Gobierno de Navarra”, añade Feliú.
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El Parlamento de Navarra celebró ayer la primera sesión de la comisión de investigación por el caso Cerdán, con la que de facto arranca el curso político. En ese contexto, resultará particularmente relevante analizar cómo van a articular los diferentes grupos políticos sus relatos y posicionamientos. “De ahí van a salir las principales líneas fuerza de los partidos mirando al próximo ciclo electoral”, añade el sociólogo.
La presidenta y Cerdán relanzaron en Navarra al partido, lastrado por años de colaboración con UPNAhora, tras un primer momento de desolación en la federación navarra del PSOE, todas las fuentes consultadas coinciden en percibir un cierre de filas en torno a Chivite en el socialismo navarro, que bien podría aguantar el tipo electoralmente. De nuevo, no obstante, todo dependerá de la dimensión que alcance el caso.
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Es en este punto donde la conversación política deriva hacia los escenarios en los que se puede adentrar la política en Navarra de cara al próximo ciclo electoral. Y ahí entran en juego muchas variables, tanto en Pamplona como en Madrid. ¿Retornará un escenario de colaboración entre UPN y el PSN, bien por un cambio estratégico en Ferraz o bien por un declive electoral socialista? ¿Se mantendrá un escenario similar al actual, con los socialistas liderando la alternativa a la derecha navarra? ¿Qué ocurriría en caso de que Bildu sorpasse al PSN en el conjunto de Navarra? “La conversación entre partidos está ahí, pero aún han de despejarse muchas variables”, concluye Feliú.
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